lunes, 11 de julio de 2011

- MAN OF THE MATCH -

Para José Miguel Palazón, un tipo fantástico.

¡Va a pitar, va a pitar y… final!
11 de julio de 2010, Johannesburgo, Sudáfrica, un poco antes de las once de la noche. Domingo.
La selección española se convierte en campeona del mundo de fútbol (cuesta creérselo) ante Holanda por 1-0, gol de Iniesta en el minuto 116 tras una jugada empezada por él mismo con un pase de tacón y culminada con un derechazo a pase de Fábregas (Cesc).
1984, diciembre, un sábado por la mañana; tenía que hacer un examen con el padre Arnedo, de matemáticas de 2º de B.U.P., concretamente de trigonometría. Justo después de aprobar el examen cogí un autobús hacia Mislata donde debutaba con el Inter Sport, un equipillo de chavales de 14 y 15 años que soñaban al fútbol como todos y que lo jugaban más o menos mal. Perdimos 2-0 pero la noche anterior, horas antes de pisar un terreno de juego por primera vez, con botas de tacos recambiables y con camiseta naranja, pantalones y medias negros, ya soñé con levantar la copa del mundo después de haberle clavado un “rosco” a Brasil, por la escuadra y de chilena.
Unos meses antes nació un chaval que 26 años después haría realidad mis sueños. ¿Mis sueños?
Su rostro al final del partido era el de toda la felicidad posible reflejada en una sola cara, la más sentida alegría, la que te hace reír con motivos y sin vergüenza alguna… cuando de repente ese chaval se giró hacia el vídeo-marcador del estadio Soccer City y leyó: MAN OF THE MATCH: ANDRÉS INIESTA.
Y se puso a llorar (¡coño, lloré yo!) con la misma alegría que había reído, como ese niño de 8 años, Miguel, que había visto el partido con nosotros y que al acabar, sin saber porqué y sin poder evitarlo, se puso a llorar y a llorar abrazándonos a todos, como si hubiese aparecido su nombre en ese vídeo-marcador, como si él llevara toda la vida soñando con marcar ese gol.
Poco después le preguntaron a Iniesta: “Andrés, ¡vaya gol!” A lo que respondió con esa mirada de quien ha conseguido su sueño y el mío: “¡No ha estado mal!”.
Quizás no vuelva a pasar y poco importa ya. Si dentro de 26 años sigo vivo, alguna noche seguro que soñaré con esa otra cuando fuimos los mejores… y marqué ese gol que nos hizo campeones del mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario