martes, 8 de marzo de 2011

EL POZO PEREJIL

El pozo perejil le debe su nombre a las plantas de romero que se crían en su margen derecha… y a algún gracioso. Éste era el pozo de los mayores, estamos hablando entre 12 y 14 años, y a las horas del bronceado, de las chicas de bastante más.
En el pozo perejil se tiraba uno de cabeza desde sitios que hoy en día debe estar penado por ley como intento de suicidio. Las cosas han cambiado mucho, antes eran más bruticos pero más nobles. Esta frase se ha dicho siempre, generación tras generación;  no me quiero imaginar lo bruticos que eran hace cuatrocientos años y lo nobles hace mil. Con esta progresión regresiva de nobleza y brutalidad hasta el mismísimo Alejandro Magno bien pudiera haber sido hijo de Fuentes, incluso Atila, cada uno en su especialidad, claro.
Corren varias leyendas sobre el pozo perejil pero la única que es cierta es que allí era justo donde tomaban el sol las tías más buenas de Fuentes. Personalmente siempre he preferido las de la cantarera; una chica, si te gusta, te gusta más en la cantarera que en el perejil, dónde va a parar, aunque eso va por gustos, como casi todo.
En sus buenos tiempos dicen que el pozo cubría bastante y en los míos cubría cada año menos, o quizás era yo.

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