miércoles, 13 de abril de 2011

- SIN TÍTULO Nº 1 -

Para siempre ya nada o más bien poco,
los momentos escasos de otros muchos ya extinguidos
o las sonrisas escapadas entre voces.
La tierra permanece pero las palabras y los detalles se irán
pues no se hereda ni el pulso acelerado ni los vientos que se beben.
La mirada fue siempre intransferible, más aún si a ti te mira,
mucho más si llegara a acariciarte.
Y así se esparce de reojo lo vivido, tantas veces sin pensarlo, todas ellas sin remedio.
La vida.

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